Será este viernes a las 18 hs. en el Centro Cultural de la ciudad, en calle 54 Nº 3062, entre 61 y 63.
Quien dialogó con el periodista Jorge Gómez, en el marco del programa Voces de la Ciudad que se emite a través de Estación FREE, 90.3 en FM reveló que “se me ocurrió hacer el libro a modo de homenaje al creador del parque. Tuve oportunidad de trabajar con él (Edgar Gatti) cuando el Parque Miguel Lillo pertenecía a la provincia de Buenos Aires, en la década del ’70, hasta que en 1979 pasó a depender de la Municipalidad”.
El libro se llama “El Ing. Edgar Gatti y el Parque Miguel Lillo”, y a la hora de rememorar los orígenes, Nista describió que “en 1947 Gatti es destinado por la Provincia de Buenos Aires al Parque Miguel Lillo, y él llegó en 1948 y tomó posesión del lugar, que no era parque en ese momento, sino que había médanos y alguna arboleda alrededor de la casona de Álvarez Toledo, que habían plantado los primeros eucaliptos”.
Siguió informando que “Gatti vino con la misión destinada de atacar el problema de las dunas costeras porque estaban avanzando con peligro sobre la Av. 2 y había que fijarlas. Él comenzó haciendo un vivero donde se crearon las plantas que después fueron plantines y con un total de hasta 130 personas se empezó a hacer plantación. Hasta 1979 que se municipaliza, logró plantar 1.500.000 ejemplares, la mayoría coníferas, sobre casi 500 hectáreas”.
Nista recordó que si bien “Gatti era oriundo de Ayacucho, cuando vino a Necochea se radicó acá, fue declarado ciudadano ilustre por el Concejo Deliberante y falleció en 2023 con 99 años2. El libro cuenta toda la historia de Gatti y el parque. Todo lo que hizo y lo que escribió también, por ejemplo el folleto que editó la Provincia y se llamaba “Vivero de Estación Forestal Miguel Lillo”, donde relató toda la historia de cómo fue haciendo las etapas”.
Finalmente, Jorge Nista contó una anécdota que lo pondrá a trabajar en una ampliación de su obra. “Después de cinco meses de trabajo el año pasado, cuando termino de escribir el libro en agosto lo mando a imprenta y a la semana siguiente me llama la hija de Edgar, la Arq. Mónica Gatti, para avisarme que pasara por la casa que tenía un montón de material para darme, eran 300 fotos blanco y negro y algunas a color, inéditas sobre el parque, escritas muchas por él… pero ya lo hice al libro, aunque ya me indicaron para poder hacer una segunda edición ampliada y comentada”.